«Brit Shalom» – leyes prácticas para los hijos de Noé, versión breve
Segundo capítulo: Principios básicos
“Y habló Dios todas estas palabras, diciendo…” (Éxodo 20:1)
La voluntad del creador se revela a los seres humanos a través de la profecía.
La cumbre de la revelación profética es la entrega de la Torá “desde el cielo” por Dios.
Si una persona alega ser profeta y dice haber sido enviado por Dios para instruir a los seres humanos, hay que dirigirse a los sabios de Israel para determinar su confiabilidad y el grado de compromiso de obedecer a sus palabras.
Todo precepto y todo accionar honesto que es exigido por la ética natural y el sentido común, es obligatorio para los hijos de Noé.
Los gentiles no deben innovar para sí en preceptos que tienen una característica religiosa, sin el consentimiento de los sabios de Israel.
El poblar el mundo, que incluye el adelanto tecnológico, la expansión del conocimiento, la superación ética y la preocupación por el perfeccionamiento de la creación, es una regla importante en la tarea de conducción del mundo de acuerdo a la voluntad divina.
En referencia a los detalles de las leyes de los preceptos de Noé que no fueron mencionados específicamente en el Talmud y los libros de los legisladores de la ley judía, hay eruditos de Israel que opinan que éstos se deben tratar según la ley de Israel, y hay quienes opinan que los sabios de los hijos de Noé deben determinarlas y definirlas según su consideración. El dictamen de la ley es según la última opinión.
La determinación de medidas exactas referentes a preceptos, comunes en la ley judía el tamaño de la aceituna o del huevo y todo lo que esto implica (N de T: por ejemplo: la cantidad de alimento que amerita el recitado de ciertas bendiciones) no se aplica a los hijos de Noé.
Hijos de Noé menores de edad están exentos de la observancia de preceptos.
El sordomudo de nacimiento y el discapacitado mental están exentos de la observancia de preceptos. (N de T: En la actualidad el sordomudo también está obligado a observar los preceptos, dado que ésta discapacidad no les impide comunicarse con su medioambiente).
Los hijos de Noé no están obligados a entregar su vida a fin de evitar la transgresión de sus preceptos, a excepción del precepto que prohíbe asesinar, pero aquel que desea entregar su vida para no transgredir los preceptos, está autorizado y santifica el nombre de Dios con esa acción.
Leyes agregadas por los sabios de Israel al pueblo de Israel, llamadas “leyes rabínicas” no se aplican a los hijos de Noé.
Los sabios de los hijos de Noé admitidos por su gente para juzgar y dictaminar sus leyes, deben ser expertos en estos siete preceptos, así como en las costumbres de su gente y conocer las tendencias de costumbre de su gente.
Las leyes de los hijos de Noé comprometen de igual manera a hombres y a mujeres.
En caso de duda en referencia a alguna de las leyes de los hijos de Noé, se debe dictaminar con indulgencia.
Un hijo de Noé que transgredió uno de los preceptos por equivocación, está exento de pena.
El día 27 del mes de Marjeshvan es el día en el que Noé salió del arca y recibió los preceptos de los hijos de Noé. Es por eso que, en algunas comunidades de hijos de Noé, acostumbran a conmemorar este día como el “Día de las Naciones”.